Existen miles de beneficios sociales y ambientales al tener un césped saludable y bien mantenido. De hecho, el césped con un mantenimiento adecuado hace más por el medio ambiente que la mayoría de las otras plantas. El pasto natural es sostenible y pueden ofrecer múltiples beneficios que nada pueden igualar.
 
El suelo proporciona nutrientes mientras que el sistema de raíces de la hierba proporciona estabilidad al suelo. Los pastos ayudan a reducir la erosión causada por el viento y la lluvia.
 
Los pastos tienen una densa red de raíces que ayudan a atrapar y eliminar los contaminantes del agua a medida que se desplaza por el suelo. El suelo compactado no permite que el agua se hunda en él. Significa que los recursos de agua subterránea no se reponen cuando llueve, y eso puede ser un problema en áreas que dependen de la precipitación para beber agua.
 
Las áreas ajardinadas reducen los contaminantes que se filtran a través del suelo hacia el suministro de agua o que ingresan a las aguas superficiales. El pasto filtra el exceso de aguas pluviales y reducen la entrada de sedimentos y contaminantes a los cuerpos de agua. También redirigen el flujo de agua, ralentizándolo y permitiendo que el suelo absorba más agua, lo que ayuda a prevenir la erosión del suelo y las inundaciones.
 
Además, el pasto absorbe dióxido de carbono del aire y lo reemplazan con oxígeno. Una parcela de césped de 15 x 15 metros produce suficiente oxígeno para una familia de cuatro. La hierba transpira el agua al aire, lo que aumenta la humedad y reduce los contaminantes. Ayudan a mejorar la calidad del aire al almacenar carbono y absorber ozono.
 
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